El dolor de cabeza o cefalea, es una de las patologías más frecuentes en medicina. Se produce por alteraciones en las estructuras del cráneo y columna cervical principalmente, ya sea en los músculos, tejido conectivo, terminaciones nerviosas, articulaciones de la mandíbula e intervertebrales y eventualmente por irritación de un nervio de importancia como por ejemplo, el trigémino. Pese a lo anterior, consiste en un trastorno esencialmente benigno, algunas veces autolimitado y que en ocasiones requiere de una terapia con analgésicos y fármacos preventivos. Afortunadamente sólo un pequeño porcentaje reviste riesgo de alguna enfermedad grave o de riesgo vital.

Prevalencia

Se calcula que alrededor del 100% de la población presentará al menos un episodio de cefalea en su vida. El 50% de la población mundial tiene al menos un episodio de cefalea en un año, sin embargo, un porcentaje de alrededor de un 25%, llega a tener un episodio de intensidad severa, lo cual preocupa mucho a la persona que la padece y la hace consultar con un neurólogo especialista.

Clasificación

La Asociación Internacional de Cefalea (o IHS por sus siglas en inglés) clasifica las cefaleas en una amplia gama de presentaciones, dependiendo de sus características, origen, frecuencia de presentación, zonas de la cara o cráneo que se ven afectadas, duración, síntomas anexos, gatillantes, etc. agrupándose así, en más de 100 subcategorías de cefaleas.

Básicamente se dividen en:

Cefaleas primarias: son aquellas que ocurren espontáneamente, sin una patología o enfermedad subyacente. Las más frecuentes son:

  • Migraña con o sin Aura: Cefalea que típicamente afecta la mitad del cráneo, pulsátil, asociada a nauseas o vómitos, molestia a la luz, que aumenta con ejercicio y que es muy invalidante para quien la padece. Se pueden presentar con o sin aura, que es un fenómeno neurológico en el que habitualmente se ven destellos lumínicos y a veces visión borrosa o en zig-zag. Algunas ocasiones se presenta como hormigueos, pudiendo incluso haber dificultad para hablar o hilar ideas. Estos episodios no deben durar más de una hora, y muchas veces al ceder, comienza la cefalea.
  • Cefalea Tipo Tensional: Dolor principalmente en todo el cráneo, opresivo, que no provoca nauseas, leve molestia a la luz, que no aumenta con ejercicio, y que en general no llega a afectar la jornada habitual.
  • Otras cefaleas primarias menos frecuentes son: Cefalea Cluster, Cefalea Hemicránea Paroxística, Cefalea Asociada a la Actividad Sexual, entre otras.

Cefaleas secundarias: son consecuencia de alguna enfermedad concomitante, que se expresa a través de una cefalea. Entre ellas destacan:

  • Cefalea o dolor facial atribuido a trastorno del cráneo, cuello, ojos, oídos, nariz, cavidades paranasales o dientes. Por ejemplo: Otitis, Sinusitis, Bruxismo, Glaucoma, etc.
  • Cefalea atribuida a trastorno vascular craneal o cervical. Causadas por alteraciones en las arterias o venas. Por ejemplo: Accidente Vascular Hemorrágico, Disección Arterial, Arteritis de la Temporal, Aneurisma, Malformaciones Arterio-Venosas, etc.
  • Cefalea atribuida a trastorno intracraneal no vascular. Por ejemplo: Aumento o disminución de presión del Líquido Cefalorraquídeo, Tumor Cerebral, Metástasis, etc.

Neuralgias Craneales y Faciales: Son infrecuentes y se caracterizan por dolores agudos, intensos, muchas veces como quemazón, lancinantes, eléctricos, habitualmente de duración corta, pero que se pueden repetir varias veces durante el día. Destacan:

  • Neuralgia del Trigémino: Dolor de las características descritas en la cara, principalmente en zona de la mejilla o del mentón. Muchas veces se confunde con dolor de muelas.
  • Neuralgia del Glosofaríngeo: Dolor en la garganta y lengua que se gatilla al tragar. Muy invalidante para comer.
  • Neuralgia de Arnold: Dolor en la zona posterior del cráneo, unilateral, que abarca hasta cerca de la oreja siguiendo el territorio del nervio occipital mayor o nervio de Arnold.

Cuando consultar

Cualquier dolor de cabeza que se prolongue por más tiempo o que sea de mayor intensidad a lo habitual amerita un control con un médico general, para que este evalúe al paciente e inicie la terapia inicial. Si el médico en cuestión pesquisa algún signo de alarma, lo derivará inmediatamente al neurólogo.
Las molestias por las cuales la persona afectada debería acudir directo al neurólogo son principalmente las siguientes:

  • Cefalea que reciente comienzo (o cambios en las características de la cefalea habitual) en personas mayores de 50 años.
  • Cefalea intensa, severa, que alcanza su máxima expresión en pocos segundos. (requiere acudir al servicio de urgencia).
  • Cefalea que despierta al paciente en la noche.
  • Cefalea gatillada por ejercicio o por actividad sexual.
  • Cefalea que varía con los cambios de posición.

De todos modos existe una gran variedad de síntomas o signos que podría pesquisar el médico general o el especialista y que requieren de la consulta oportuna por parte del paciente.

Diagnóstico

El diagnostico se hace en base a lo expuesto anteriormente. La historia clínica, la zona del dolor, la duración de este, la existencia o no de patologías concomitantes, las características en sí del dolor, los gatillantes, etc.
Muchas veces, con los datos adecuados, se puede obtener información suficiente como para el diagnostico de una cefalea primaria (benigna). Sin embargo, cuando se desea complementar con exámenes, se pueden solicitar Resonancias Magnéticas, Tomografías Axiales Computarizadas (Scanner) o Electroencefalogramas, entre otros.

Tratamiento

En general cada tipo de cefalea tiene un tratamiento específico, aunque éste debe adaptarse y hacerse a la medida de cada paciente, dependiendo del tipo de dolor, intensidad, frecuencia, requerimientos puntuales y tolerancia del afectado a los diversos factores expuestos anteriormente.

El tratamiento farmacológico habitual consiste en un analgésico para la etapa aguda del dolor, y un fármaco anexo que actúa como preventivo, es decir, intenta disminuir la aparición del dolor.
Terapias complementarias en el manejo del dolor están siendo usadas en Clínicas de Cefalea en todo el mundo. Estas incluyen Biofeedback, Terapias de Relajación y Acupuntura, esta última con excelentes resultados generales.

Conclusión

La principal dificultad en el diagnóstico de los diferentes tipos de cefaleas, radica en poder diferenciar la gran mayoría, que no revisten seriedad alguna aunque pueden llegar a ser muy intensas, versus aquellas escasas que podrían necesitar de intervención por parte del equipo médico. Es por esta razón, que se recomienda consultar a su médico para que sea él quien determine la eventual gravedad del cuadro.

Dr. Cristián Figueroa V.
Neurólogo