Deterioro Cognitivo y Demencia
Las fallas de memoria son causa frecuente de consulta neurológica. Quienes consultan por esta causa, casi siempre les ronda la duda sobre el fantasma de la Enfermedad de Alzheimer o la Demencia. Sin embargo, el deterioro de la memoria es una condición normal del envejecimiento cerebral, por lo que no siempre implica un mal pronóstico.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de Demencia, aportando con alrededor del 60-70% de todas las Demencias, sin embargo, existen otras causas menos frecuentes como la Demencia Vascular; 20%, la Demencia por Cuerpos de Lewy; 10% y la Demencia Fronto Temporal; 5%, entre otras. Todas presentan características en común, pero son los puntos en que difieren los que hacen que el neurólogo pueda determinar a cuál corresponde.
Dado que la Enfermedad de Alzheimer (EA) es la causa más frecuente de Demencia, nos referiremos en este articulo primordialmente a esta.
¿Qué es una Demencia entonces?
Demencia se define como un trastorno cerebral crónico y progresivo que se manifiesta por una alteración de memoria, habitualmente de corto plazo, y que se acompaña de un detrimento de las capacidades intelectuales, del funcionamiento social, y en ciertos casos, de la conducta, lo que conlleva a un compromiso y afectación del funcionamiento de la persona en las actividades de su vida diaria.
Una persona que presenta fallas de memoria, pero con fallas discretas en su funcionamiento intelectual, que le permiten sobrellevar su vida habitual sin mayores problemas, constituye un Deterioro Cognitivo Leve.
La importancia de este último es que podría ser una etapa temprana o precoz de Demencia o de EA, aunque hay casos en que no se ha demostrado progresión en el tiempo.
¿Cuál es la causa?
En el caso de la EA, se produce por una acumulación patológica y depósito de proteína beta amiloide entre las neuronas del cerebro, además del desarrollo intraneuronal de fibras proteicas conocidas como ovillos neurofibrilares.
Aun no se sabe cuál es la causa de la enfermedad, pero se ha ligado a la presencia de ciertos genes, siendo el más conocido el APOE e4, lo que no significa necesariamente que sea hereditario.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
El factor más preponderante de riesgo es la edad. Mientras la presencia de demencia en menores de 60 años es muy poco frecuente, por sobre los 85 años, alrededor de un 30% la padece.
Otro factor es la historia familiar. El tener un familiar directo con EA aumenta las posibilidades de desarrollar la enfermedad, más aun si aquella persona desarrolló la enfermedad a una edad menor de 65 años, y siendo menos probable si la desarrolló a una edad avanzada por sobre los 85 años. Pese a lo anterior, aun en personas portadoras del gen APOE e4, solo la mitad llega a tener EA, por lo que existen múltiples otros factores involucrados para que una persona finalmente enferme.
Algunos de estos otros factores son: Hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes, alcoholismo, nivel educacional bajo, sedentarismo, escasa actividad social y mental.
Si las fallas de memoria son normales con la edad, ¿cuáles son los síntomas más frecuentes?
En etapas tempranas pueden presentarse episodios de confusión, trastornos del lenguaje, dificultades para razonar y ejecutar tareas complejas como pagar cuentas o programar las actividades diarias. También puede ser frecuente que se pierdan en lugares conocidos o familiares.
En etapas tardías es común encontrar personas que se presentan con agresividad, y otras con pasividad excesiva. También son comunes las alucinaciones y las desorientaciones. Comienzan a requerir ayuda para la realización de actividades diarias como comer, vestirse y asearse. Puede haber incontinencia tanto urinaria como fecal.
¿Cómo se diagnostica?
Mediante una historia concordante, la aplicación de pruebas cognitivas (neuropsicológicas), la toma de exámenes de sangre y complementos con neuroimágenes como un scanner cerebral y en algunos casos resonancia magnética.
¿Cómo se trata?
Existen sólo cuatro medicamentos aprobados internacionalmente para el tratamiento de la EA, siendo el Donepecilo y la Memantina los más usados. Ninguno de ellos, sin embargo, es capaz de curar la enfermedad y su efecto real es usualmente poco perceptible, habiéndose demostrado que sólo disminuyen parcialmente la velocidad de progresión de la patología.
¿Hay alguna forma de prevenirla?
Hasta la fecha, no existe demostración científica de algo específico que ayude a prevenir la demencia. Sin embargo, la recomendación global radica en un adecuado autocuidado y manejo de las enfermedades de base como diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiacas, etc. así como también llevar un estilo de vida saludable, evitando el fumar, preocupándose del sobrepeso, consumo moderado de alcohol, ejercicio físico, vida social activa y estimulación mental.
¿Cómo puedo cuidar mejor a mi familiar con Demencia?
Es frecuente que la persona que padece una demencia, especialmente en el caso de la EA, no sea conciente de sus limitaciones, por lo que quieren mantenerse haciendo todas sus actividades de manera independiente, pero muchas veces terminan cometiendo errores.
Deben tenerse en cuenta algunos aspectos como los siguientes:
Medicación: llevar un control y facilitar la administración fácil de los medicamentos y sus dosis correctas, por ejemplo, mediante el uso de un pastillero bien rotulado.
Cocinar: Es un ámbito potencialmente peligroso, y debe permitirse siempre y cuando sea bajo estrecha vigilancia. Existen riesgos aumentados de quemaduras, heridas cortantes con cuchillos e incluso incendios.
Conducción: Es necesario hablar tempranamente el tema con la persona afectada, e intentar ir disminuyendo gradualmente las actividades en las cuales se requiera que conduzca, para que finalmente sea lo menos traumático posible y no se sienta coartado de sus libertades. El riesgo de accidentes aumenta significativamente a medida que la enfermedad progresa.
Salidas: A medida que avanza la enfermedad aumenta la probabilidad de que la persona se pierda y no sepa cómo llegar de vuelta a su hogar. Es importante ponerle un brazalete de identificación o una tarjeta bien rotulada con los datos de un contacto cercano en caso que esto ocurra.
Caídas: Se deben evitar las caídas, dado el riesgo de fracturas y heridas a edades avanzadas. Se debe fomentar el uso de un bastón, además de evitar caminar por suelos irregulares, alfombras mal estiradas o cables sueltos.
¿Qué consejos se les puede dar a los familiares y/o cuidadores de una persona con demencia?
Tener un familiar con algún tipo de demencia genera una enorme carga tanto para el paciente, su familia y sus cuidadores directos, siendo cada día un desafío nuevo a enfrentar.
Para sobrellevar mejor dicha tarea, existen algunas recomendaciones generales como son:
Establecer una rutina diaria, que incluya ejercicio físico acorde a las capacidades de la persona (por ej. caminata), y trabajo mental con similares adaptaciones (por ej. leer, escribir, jugar cartas, etc.). Se debe ser flexible en ciertos ámbitos de acuerdo a las necesidades.
Ser paciente ante las preguntas repetitivas y malas conductas o hábitos. En lo posible, aun si la persona emite comentarios erróneos, no se debe discutir ni tratar de prevalecer con lo correcto sino más bien llevarlos sutilmente hacia otro tema, para así prevenir una escalada de alteraciones de conducta o agresividad.
Establecer rutinas nocturnas, evitando el consumo de estimulantes como café y alcohol, generando un ambiente calmo que prepare a la persona para un descanso apropiado. Es recomendable dejar una luz tenue encendida, que ayuda a prevenir desorientación, agitación e incluso caídas, en caso que se levante.
No realizar cambios mayores en la casa, evitando cambiar de lado los muebles o decorando con cosas nuevas que puedan facilitar el desconocimiento del lugar a la persona afectada.
Ayúdelo con las actividades diarias de aseo, vestimenta y comida, de acuerdo a sus necesidades, procurando la mayor libertad posible, pero asistiéndolo cuando sea necesario.
Finalmente háblele lento, con una idea a la vez, para facilitar la comprensión y el adecuado procesamiento de la información.
La demencia está convirtiéndose en una enfermedad cada vez más presente dado el normal envejecimiento de la población. Con el mejor conocimiento de la enfermedad y adoptando las medidas sugeridas anteriormente, podremos ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por ella.
Dr. Cristián Figueroa V.
Neurólogo Adultos